Tarta de Mango

Cuando me pidieron esta tarta dije, uhhhfff mango… no me apetecía nada pero he de decir que está muy rica y la gente que lo ha probado me ha dicho que está buenísima y les encanta, me ha sorprendido que a la gente le guste tanto… la busqué por internet y entre muchas que estuve analizando al final me decanté por la que publicó Hilmar en su blog  y acerté,  me llamó la atención la buena pinta que tenía y no dudé en hacerla. Yo  le he dado mi toque personal ya que le he añadido el bizcocho con el almíbar como base y le he quitado los tropezones de fruta dentro del relleno, ya que a mí personalmente no me gusta, pero es una receta maravillosa, Gracias Hilmar por compartirla. Además tiene cosas muy ricas en su blog… os lo recomiendo.

INGREDIENTES (para un molde de 24 o 26 cm)

BASE: He utilizado el bizcocho de vainilla para tartas que tenéis publicado en el blog con de 1cm de grosor. Al hacer el bizcocho de la receta, salen unas 4 bases para este tipo de tartas, si lo hacéis, lo cortáis en cuatro y lo congeláis y cuando lo necesitéis para otra tarta de este tipo, lo sacáis y listo.

Por supuesto se puede hacer la base de galletas que también tenéis en el blog pero a mí personalmente me gusta más la base de bizcocho y sobretodo en esta tarta ya que la textura es mejor y al ser más suave de sabor no se desvía la atención a la base sino al relleno que es de lo que se trata…

ALMÍBAR: No es necesario ya que es una base muy fina pero a mí me gusta darle un pequeño toque personal. Lo tenéis colgado en el blog (pincha aquí).

RELLENO:

220grs. de mango (yo utilizo en almíbar de la marca Dani y lo compro en el Alcampo, no lo he encontrado en ningún otro sitio)

50grs del almíbar del mango (si lo compráis natural poner agua, no pasa nada)

1 cucharada de zumo de limón

80 grs. de azúcar
 4 hojas de gelatina neutra 

250 grs. de nata para montar

250 grs. de queso philadelphia

COBERTURA

200 gr. de mango.

50 gr. de almíbar del mango o agua.

2 hojas de gelatina neutra 
               2 cucharadas de azúcar.

ELABORACIÓN

Empezamos con la base, colocamos el bizcocho en el fondo y lo emborrachamos en almíbar (no mucho ya que hay que tener en cuenta que es una base fina y no nos interesa darle exceso de sabor y que sea muy dulce). Si optamos por las galletas lo tenéis explicado en la receta de base de galletas.

En cuanto a nuestro relleno lo primero que vamos a hacer, es hidratar la gelatina en hojas en agua fría para que se reblandezcan.

**Trituramos con la batidora el mango con el almíbar o agua y el limón hasta hacerlo puré y  lo colamos.Yo utilizo mango en almíbar, sale más barato, no hay que pelarlo y tienes  durante todo el año,  aunque no cabe duda que se supone que con el mango natural sería mejor…

             Ponemos nuestra crema en una olla al fuego lento con el azúcar para que se derrita y enseguida añadimos las hojas de gelatina. En cuanto se hayan derretido y esté todo bien integrado, retiramos del fuego y lo dejamos enfriar (hay que ir removiendo de vez en cuando para evitar que la gelatina forme capa).

          Es el momento de montar la nata con varillas eléctricas, en un bol que previamente habremos introducido en el congelador, para que esté bien frio y ayude a montarse mejor. Una vez montada la reservamos en el frigorífico.

Batimos el queso philadelphia con varillas eléctricas un poco para hacerlo más cremoso y añadimos nuestra crema de mango ya fría (esto está riquísimo…)

Ahora, incorporamos poco a poco la nata montada.

            Bueno pues ya está terminado nuestro relleno, lo vertemos sobre nuestra base y a la nevera como mínimo un par de horas para que esté consistente y podamos añadir nuestra cobertura.

Cuando esté consistente preparamos la cobertura con el mismo procedimiento que hemos hecho antes para hacer la crema de mango (al inicio de esta parte os he colocado **). Trituramos el mango con el almíbar sin limón ya que la cobertura no lleva, lo colamos y lo ponemos al fuego lento junto con el azúcar para derretirlo e incorporamos las hojas de gelatina (en este caso son tres). Lo dejamos enfriar (hay que irla removiendo de vez en cuando para evitar que la gelatina forme capa)

Vertemos la cobertura sobre nuestra crema (con cuidado  para no remover nuestro relleno) y la extendemos por toda nuestra tarta, no lo hagáis con ningún utensilio ya que podéis rozar la crema y levantarla, simplemente cogéis el molde y lo vais inclinando hasta que la cobertura esté extendida.

Bueno pues, ya está, la metemos en el frigorífico durante cuatro o cinco horas como mínimo y la desmoldamos (a mí me gusta más de un día para otro, adquiere más consistencia). Podéis decorarla con caramelo líquido o con un trocito de mango y menta, en fin con lo que se os ocurra.

Ah! Se me olvidaba… falta un paso…el más importante…ahora es el momento de comérsela… mummmmmm, qué rica que está. ¡Que os aproveche!

CONSEJO: Si os sobra tarta, podéis congelarla y cuando la vayáis a comer sacarla del congelador y la metéis en la nevera. Hay que evitar los cambios bruscos de temperatura.

Descargar la receta en pdf

Los dulces de Anabel